Bienvenido septiembre; te estaba esperando.

Bienvenido septiembre; te estaba esperando.

El mes de septiembre debería tener una hoja de reclamaciones por todas las personas que se quejan de que haya llegado. Aunque también las hay que reciben este primer mes del Otoño con muchas ganas, son más (o hacen más ruido) aquellas a las que no les gusta demasiado.

Y es que septiembre es sinónimo de final del verano, de vuelta a las obligaciones, de la llegada del frío… Pero, también es una gran oportunidad para proponernos nuevos objetivos, poner a prueba nuestra zona de confort y comenzar de una vez por todas con aquello que llevamos posponiendo meses. Y es que hay motivos para que digas alto y claro: Bienvenido Septiembre; te estaba esperando.

Querido Septiembre: no eres tú, soy yo…

Hay muchas razones por las que septiembre no es bien recibido por la mayoría de las personas, pero las más importantes desde mi opinión son tres:

1. Se acabó lo que se daba. Si has tenido la oportunidad de irte de vacaciones, la vida veraniega toca a su fin. Si has disfrutado del vacío de la ciudad mientras todo el mundo se bañaba en la playa, piscina o sucedáneo, esto también se ha terminado.

2. Septiembre es sinónimo de obligaciones. Es el mes de inicio de muchas tareas. En Septiembre comienza el cole de los/las más peques, así como todos los cursos académicos, las clases de inglés, de pilates, los clubes de lectura… Y con ello el estrés de llegar a matricularte a todo, porque si se te pasa el tren te pasas todo el invierno viendo como finalmente, un año más, no haces nada (y eso te fastidia mucho).

3. Bye bye a la luz y al buen tiempo. Aunque en muchas ciudades todavía vivimos un otoño con aspecto veraniego, hay otras dónde Septiembre es el gran preludio de un otoño e inviernos demasiado largos. La falta de luz es sinónimo para muchas personas de un bajo estado de ánimo y de apatía. Con ello también apetece mucho menos hacer actividades al aire libre y el tiempo que pasamos en casa se multiplica.

¿Qué hacer para no odiarlo?

¡Ta-chán! Llega la gran pregunta. ¿Cómo empezar septiembre sin entrar en una crisis existencial? Bien, antes de dar algunas pautas, me gustaría decir que hay personas a las que les encanta volver a la rutina y la normalidad que representa este mes.

A esas personas realmente les genera un verdadero problema el que comiencen las vacaciones y no saber qué hacer. No saben desconectar, y de algún modo desean vivir siempre en un modo on. Esto es igualmente negativo. Todos y todas necesitamos un tiempo de descanso, decir basta, tomarnos unos días para romper con nuestro día a día. Si no, realmente, seremos mucho menos productivos/as y menos felices, sin duda. Aunque no te lo parezca.

Y bien, continuando con la respuesta a la GRAN pregunta inicial, aquí van algunos tips o consejos para iniciar este mes de septiembre con buen pie, ¿vamos a ellos?

En primer lugar, comienza el mes de manera gradual. Siempre es mejor incorporarte a tu rutina de un modo escalonado y no de golpe. Por ejemplo, no sería del todo recomendable volver de viaje a las 23:59 de un domingo y entrar a trabajar el lunes a las 8:00 para comenzar una marcha normal. Del mismo modo que te cuesta adaptarte a tus vacaciones debes ir preparándote para retomar tu normalidad.

Por otro lado, no quieras darle una vuelta a tu vida cada septiembre de un modo radical. Está muy bien eso de «voy a cambiar de vida», pero no todos los años por estas fechas (o en Enero, en su defecto). Septiembre es un mes genial para realizar una planificación de objetivos. Este es uno de los trabajos que más realizo junto con algunos y algunas pacientes y desde luego que hace que tus pasos se dirijan de forma mucho más firme a tus metas.

No es cuestión de hacer un «me apunto a todo y así mi vida será distinta», porque lo que conseguirás sin duda es gastarte mucho dinero y frustrarte al no recibir la recompensa emocional que buscabas con ello. Es mucho mejor planificar qué quieres y trazar un buen plan para conseguir tus metas. Una cosa es el mapa y otra el territorio, no lo olvides.

Sigue haciendo de vez en cuando alguna escapada o actividades similares a las que realizas en vacaciones. Septiembre no es igual a «colorín colorado este cuento se ha acabado», ni mucho menos. Intenta buscar tus momentos para o sentirte de nuevo enclavado/a en la rutina. Siéntete dueño o dueña de tu tiempo en la medida de lo posible.

Introduce siempre algo nuevo cuando comience Septiembre, algo que te ilusione, y si es posible que lo tengas previsto desde antes de vacaciones. Piensa en algo; las vacaciones las esperas con ansia y anhelo porque te hacen ilusión y son algo que disfrutas. Pues por eso mismo introduce alguna actividad similar, algún auto-regalo para la llegada de septiembre, con lo que tendrás razones de esperarlo con una sonrisa.

¿Y qué pasa si aún así no me siento bien?

Quejarse en ocasiones es la opción más sencilla, o al menos nos lo parece. Además, socialmente quejarse siempre está muy bien recibido, porque así las demás personas pueden amontonar sus quejas junto a las tuyas y no sentirse tan solas. Pero, ¿de qué te sirve eso? Ya te lo digo yo, de nada.

Quejarte y pensar en aquello que no tienes tan solo te representa más necesidad, y eso no es lo que estás buscando, ¿verdad? Hay que vivir cada momento tal cual se presenta, con las circunstancias que lo rodean y sin compararlo. De este modo, ¿porqué no puede ser septiembre un mes genial en tú vida?

Por otro lado, si observas que llega septiembre y no te sientes bien, que te faltan cosas, que no eres feliz… quizás no sea la llegada de este mes, sino muchas otras cosas que no estás siendo capaz de ver, ¿no? Es un mes genial para hacer un ejercicio de introspección y plantearte: qué tengo, qué quiero tener y cómo conseguirlo.

Espero que te haya gustado el artículo y que recibas este mes de Septiembre sobre todo con ganas. Con ganas de estar, con ganas de ser y con ganas de sentir. Y si te apetece que lo vivamos juntos/as no tienes más que escribir a eva@terapiayemociones.com y podemos comenzar un trabajo de desarrollo personal o profesional hacia las metas que te plantees o para resolver todos aquellos conflictos que piensas que no te dejan avanzar (sea el mes que sea).

Muchísimas gracias por leerme, y los comentarios y mails que recibo cada día. Será genial que comentes este post y que dejes tu opinión sobre cómo recibes tú este mes de Septiembre. Gracias de corazón! <3

Si quieres saber más sobre cómo trabajar en tu propio proceso de desarrollo y crecimiento personal, haz click aquí. 

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Eva PereaCONTACTO 
Coach experta en alta sensibilidad
Terapeuta de Pareja | Sexóloga
Fundadora y Directora de Terapia y Emociones

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