#naturaleza y PAS

#naturaleza y PAS

“Es como si me recargase. Cada vez que visito el pueblo y consigo pasar el fin de semana rodeada de las montañas, los árboles, los pájaros… para mí es la mejor manera de volver a conectarme conmigo misma. Puedo decir que el contacto con la naturaleza ha sido  mi salvación; ahora mismo no lo cambio por nada del mundo”. 

Esta es la historia de Lola, una mujer que visitó de nuevo mi consulta la semana pasada. Casualmente me hablaba sobre el mismo tema que iba a tratar en este mes de abril en el blog. Le dije a Lola si podía publicar este fragmento de su discurso, y me respondió: “¡por supuesto! ojalá sirva para que alguien más disfrute tanto como yo del contacto con lo natural”. Así que, desde aquí: gracias, Lola. Vamos allá.

Alta sensibilidad y naturaleza

Desde que comenzó 2019 estoy haciendo un recorrido mes a mes por distintas “herramientas” o ámbitos de la vida que pueden ser muy interesantes a trabajar en la gestión del rasgo PAS. Este mes de abril, coincidiendo con la llegada del buen tiempo, vengo a hablarte sobre la importancia del contacto con la naturaleza. 

¿Y por qué el contacto con la naturaleza puede ayudar a gestionarse a una persona altamente sensible? Bien, si regresamos a la definición del rasgo, nos damos cuenta de que la alta sensibilidad tiene su base en una elevada percepción sensorial. Esa manera de captar la información hace que, si no gestionamos bien nuestro día a día, lleguemos a estados de saturación. 

La naturaleza y el contacto con espacios abiertos concede a ese sistema nervioso que se encuentra siempre alerta la oportunidad de relajarse. Por tanto, es una estrategia ideal para eliminar parte del estrés que se ha ido acumulando hasta ese momento. 

La vida urbanita es per se un estresor con el que vivimos día a día (quién resida en ciudades, sobre todo grandes). Hace que normalices aspectos como el tráfico, las multitudes, las luces, las prisas, los ruidos… aspectos que, evidentemente, también contribuyen a tu saturación. Aunque no te des cuenta. 

El simple hecho de salir de ese ambiente y colocarte en un entorno totalmente distinto ya es una experiencia saludable por sí misma. 

Demostrado científicamente

En Japón saben bien de esto. Llevan años estudiando las consecuencias positivas que tienen los llamados baños de bosque (shinrin-yoku). Si resides en el país nipón verás como habitual que el médico de cabecera “recete” esta actividad a personas que presentan situaciones de estrés, ansiedad y/ o depresión. 

Existen datos que avalan de forma concluyente que vivir cerca de espacios verdes mejora la calidad de vida y la salud. Se registra una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, reduce la mortalidad y repercute en una menor tasa de sobrepeso de la población. 

Como dato curioso, en Pensylvania se realizó un estudio en el que se comprobó como los enfermos que habían sido intervenidos quirúrgicamente presentaban una recuperación más rápida simplemente porque sus habitaciones tenían vistas a la naturaleza. ¿Podemos entonces pensar que los espacios naturales favorecen la salud en todos los sentidos? 

En busca de mi espacio verde

Pero, ¿qué hago si no tengo oportunidad de visitar espacios naturales tanto como me gustaría? Como siempre digo: vamos a enfocarnos en soluciones. Está claro que no todo el mundo vive en un entorno rural, tiene una casa en el pueblo a la que ir cada vez que le apetece o disfruta de las condiciones físicas necesarias para acceder a naturaleza abierta. 

No es necesario que vaya a los Pirineos cada vez que quiero conectarme con la naturaleza. Sobre todo porque, seguramente para la mayoría, esto será muy complicado y retrasará mucho en el tiempo el contacto con estos espacios. ¿Hay parques cerca de tu casa? ¿hay espacios verdes en tu ciudad? Visítalos y descubre sus rincones. A veces obviamos lo que más cerca tenemos. 

Está claro que es precioso visitar espacios naturales nuevos y llenos de vida y de luz. Pero el contacto con naturaleza y espacios abiertos debería ser una rutina para las PAS. Para eso, lo mejor es que localices zonas verdes dentro de tu población y que, de vez en cuanto, salgas también a zonas un poco más alejadas que te permitan sentir ese “cambio de aires”. 

Háztelo fácil

Muchas veces buscamos herramientas para la gestión del rasgo y sentimos que todo es súper complicado. Pero, fíjate: sólo con implementar esta rutina de paseos por zonas verdes puedes notar grandes consecuencias en la gestión de tu rasgo. 

Eso sí, como ya te dije en el mes de marzo, esto de gestionar tu rasgo altamente sensible requiere de un ingrediente básico: tu voluntad de cambio. Nadie va a salir a esos espacios verdes por ti, así que: ponte las zapatillas y a disfrutar.

 

Como siempre, es un placer llegar hasta ti a través de estos artículos. Espero que lo hayas disfrutado y que te animes para ponerte manos a la obra. 

Un abrazo_ 

 

Aprende a gestionar el rasgo PAS desde casa, a tu ritmo y de la mano de una experta en alta sensibilidad. 

 

 

Si quieres saber más sobre cómo trabajar tu rasgo altamente sensible, haz click aquí.

 

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Eva Perea,
Coach experta en alta sensibilidad
Terapeuta de Pareja | Sexóloga | Mediadora familiar
Educadora en disciplina positiva para Familias
Fundadora y Directora de Terapia y Emociones

disciplina positiva pase

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